Tras el desplazamiento a Mequinenza y el encuentro disputado frente al Almudévar el pasado miércoles, llega un nuevo choque amistoso en el que el conjunto caspolino puede empezar a mostrar su evolución en el campo, máxime cuando su rival es un equipo muy joven, con una alta preparación física y técnica, a la que los hombres de Carlos Burillo tendrán que hacer frente después de unos días de descanso e inmensos en las fiestas de verano.
Para esta cita, el entrenador caspolino ha citado a todos sus jugadores con un doble propósito, ofrecer minutos a la totalidad de los componentes de la plantilla y promediar el tiempo de estancia en el terreno de juego ante la previsión de otra tarde calurosa de agosto. Así mismo, también vestirá la zamarra caspolina el nuevo portero que ha fichado el club.
Al ser un acto incluido en el programa festivo se espera una gran animación de peñistas y aficionados, con una concentración en las piscinas municipales a las seis menos cuarto de la tarde donde se podrá adquirir la entrada al partido con un precio reducido. El recorrido hasta el campo municipal de los Rosales se iniciará media hora después con la intervención de la charanga “El Revoltijo”, para concluir a las puertas del recinto donde a las siete está previsto que comience el encuentro con saque de honor previo de las Caspolinas de Asadicc y CD.Caspe.